sábado, 16 de julio de 2011

El ritmo de las noches del Bilbao BBK Live


Hace unos meses ya escribí en este mismo blog (¿en cuál si no?) sobre mi intención de acudir al Bilbao BBK Live, que tendría lugar el 7, 8 y 9 de julio. En este post os conté que había comprado mi entrada. Es fácil deducir que el Bilbao Live ya ha tenido lugar y que por fin me he quitado las ganas de festival que venía repitiendo en varias entradas del blog. Efectivamente, ya nada queda del Festival de Bilbao salvo mucha basura que limpiar en las campas de Kobetamendi (nota para la organización: papeleras para próximas ediciones), y un gran recuerdo que ahora mismo pienso compartir con quien quiera leer.

Mientras yo escribía esta súpercrónica del Bilbao BBK Live (súper por extensa, no por buena) Las Tour International cogía carrerilla y anunciaba las fechas del festival del año que viene, que tendrá lugar del 12 al 14 de julio. Se querrán asegurar la fecha para que el resto de festivales que se celebran en julio no se la pisen. También han anunciado que próximamente conoceremos los primeros nombres que tomarán parte en la cita de Kobetamendi. Pero mi mente se encuentra todavía inmersa en los acontecimientos del fin de semana pasado. Parece que hiciera una eternidad, pero no ha pasado ni una semana desde que bailamos al ritmo de grupos como Coldplay, Kaiser Chiefs o Black Crowes. Un resumen para el que quiera leer y un vídeo para el que no tenga ganas ;)


JUEVES
El jueves por la mañana ya estaba nerviosa, ¡me esperaban tres días grandiosos! Mis amigos y yo subimos pronto, alrededor de las 17.00 horas, para ver a Neon Trees. Fue una muy buena decisión, porque los californianos ofrecieron un concierto excitante y conectaron  muy bien con el público, poco numeroso todavía, pero muy entregado, sobre todo cuando sonó su tema más esperado, 'Animal'. Toda una proeza para un grupo que tuvo que  abrir el festival bajo un sol cegador.
A continuación, estrenaron el escenario 2 los ya muy manidos Ken Zazpi. No queda nadie en Bilbao que no los haya visto tocar. Y por si acaso lo quedaba, nuestro ayuntamiento los rescata también para la Aste Nagusia 2011. En fin, que estuvieron como siempre, ni bien ni mal, ni fu ni fa. Así que nosotros aprovechamos este rato para realizar diversos trámites, es decir, para cambiar el dinero por la moneda del festival y comprar las primeras cervezas, que yo creí que iba a necesitarlas para Russian Red.
Me gustan sus canciones pero nunca las he considerado transportables a un escenario –salvo un teatro o un ambiente relajado- pero nunca a un festival. Pero finalmente no me hicieron falta las cervezas para disfrutar de su concierto. La dulce Lourdes se portó y ofreció un recital muy interesente e incluso entretenido, me atrevería a decir, sin renunciar a su elegancia ni la de los músicos que la acompañan.
Después tocaron The Twilight Singers. He leído que no fueron nada del otro mundo pero no sabría decir... Porque hay que cenar y fue entonces cuando aprovechamos para hacerlo. Por cierto, aprovecho estas líneas para quejarme por los abultados precios de la comida del BBK Live y, sobre todo, porque me obligaron a tirar en la entrada ¡4 bocadillos enteritos! ¿Y si llego a ser celíaca? Qué dolor de corazón me dio.

El siguiente concierto ha sido bastante bapuleado en prensa pero ¿qué puedo decir? A mí me encantó. El carácter prepotente de Liam Gallagher es parte de su personalidad y de su encanto, no es algo criticable. El grupo sonó bien. El concierto fue algo monótono en cuanto a que no tuvo puntos álgidos porque todos esperábamos algún superhit de Oasis, y no los hubo. Pero por favor, si un amigo que me acompañaba y que ha pasado de Oasis toda la vida se compró la camiseta de Beady Eye en los puestos de merchandising! Eso no lo consigue un grupito cualquiera.

Sacrificamos a Blondie, una pena la verdad, por pillar buen sitio para ver a Coldplay. Todo no se puede. Chris Martin y compañía estuvieron francamente bien, también he leído críticas negativas pero era de gente que no sabía muy bien a quién había ido a ver, o al menos eso parecía. Porque Coldplay son sus éxitos, sus seguidores (entre ellos mi amiga, que estaba emocionadísima perdida) y un gran despliegue de medios y luces y pantallas que hacen un show que merece la pena ver. Ni la lluvia pudo aguar la fiesta a los 37.000 asistentes.


Me habría encantado quedarme a Crystal Castles y a la posterior fiesta, pero una servidora trabajaba al día siguiente. Así que abandoné el recinto con la marabunta que se marchó al fin de Coldplay. Nada recomendable si vuestra intención es coger un taxi...

VIERNES

El viernes siesteé. Y después, como la cabra siempre tira al monte, allí que nos fuimos otra vez como el día anterior. Mi amigo el de la camiseta se enfurruñó por haberse perdido a The Mars Volta (he visto vídeos y tienen muy buena pinta, la verdad) pero llegamos para ver a Vetusta Morla. Nada negativo, salvo que las camisetas del merchandising eran bastante mejorables, mucho más bonitas las de ‘Un día en el Mundo’ (luego dicen que no compramos ¡si es que no dan pie!). Sobre el concierto, mucha conexión con el público: subidón personal en ‘Copenague’. No lo puedo evitar, esa canción me eriza la piel; y subidones globales en ‘Valiente’ y ‘Un día en el mundo’.

Después Kasabian. Yo quería verlos, mis acompañantes no. Una contra tres. Finalmente conseguí llevarles hasta el escenario 2 cuando les dije que un par de canciones salen en el Pro o el FIFA... Y por supuesto, nos quedamos atrás del todo. No importa, incluso allí pudimos comprobar la eficacia de los británicos.

Suede sustituían a Amy Winehouse. Los vimos sentados en las campas de Kobetamendi porque, como ya he dicho anteriormente, la cena es sagrada (y de eso se aprovechan los de Last Tour International cuando no dejan entrar comida al recinto...).

Después de una hamburguesa y un plato de cous-cous, mi amigo y su novia decidieron marcharse. Una de las decisiones peor tomadas de todo el fin de semana, porque Kaiser Chiefs ofrecieron, sin duda, el mejor concierto del día, y uno de los mejores del festival. Desde el minuto 1 conectaron a la perfección con la audiencia, si bien jugaban prácticamente en casa, ya que aquello parecía ‘Guirilandia’- pero lo cortés no quita lo valiente y al César lo que es del César. La verdad es que para los refranes he sido siempre un desastre., pero en definitiva, que los británicos ofrecieron un concierto activo y divertido, de buen sonido y condiciones técnicas y con un Ricky Wilson (vocalista) al máximo, que hasta se acercó a la masa (por el pasillo central, terminó en hombros de alguien, no sé muy bien cómo, y acabó cantando justo a nuestro lado).

Tras el subidón de los Kaiser Chiefs nos fuimos a Bilbao porque a mi amiga la llamaron para salir de fiesta por el centro, pero no había ni un lama... así que me perdí a !!! (Chk Chk Chk)  :(

SÁBADO
El sábado fue el día del rock sureño por excelencia. Llegamos a Seasick Steve, un blusero de los de toda la vida, con sus barbas y su curiosa guitarra, que contaba historias de su vida aparentemente improvisadas entre canción y canción. El momento apoteósico llegó al final de la actuación, cuando Steve aporreó su guitarra con fuerza contra la batería. El amigo que venía conmigo, guitarrista y amante del swamp rock y el country,  acabó tan encantado que, inmediatamente después del final del recital de Seasick Steve, se fue directo al puesto de merchandising a adquirir su camiseta. Pero el bueno de Steve sólo había traído camisetas para mujer... XD
Mientras comprábamos cerveza para ahogar las penas (por lo de las camisetas) comenzaban Les Savy Fav, un completo delire de banda y de concierto, principalmente su cantante. La única vez en mi vida que he visto que un vocalista bajaba al público y la gente se apartaba. Ved algún vídeo y lo entenderéis. O, mejor, ni os molestéis, no vale la pena.
De vuelta al escenario 2 a ver a M Clan. Cuarta vez que disfruto del grupo murciano en concierto, y no me canso. Lo malo de su participación en el BBK Live fue que estuvieron apenas una hora sobre el escenario, y tuvieron que prescindir de la mayoría de sus éxitos para dejar paso a las canciones del nuevo disco, ‘Para no ver el final’. Así, no pudimos escuchar hits como ‘Carolina’ o ‘Quédate a dormir’, entre otros.
Llegó el turno a 30 Seconds to Mars, el grupo más diferente del día y uno de los que más groupies tenía. En mi opinión, mejor en disco que en vivo. Y no es porque Jared Leto no pueda cantar, es porque no quiere. Ya me habían contado que cede el micro al público demasiado a menudo. Puede estar bien en un concierto con fans que han pagado por verte, pero en un festival en el que hay público de otras bandas que probablemente ni sepa tus canciones, no procede. Y no variaron el modus operandi. Hicieron lo mismo de siempre: videoclips en las pantallas; ‘Hurricane’ y ‘Bad Romance’ de Lady Gaga en acústico en el foso, junto a donde estaba yo; una carrera hasta la zona VIP y 20 personas al escenario en ‘Kings and Queens’. Mucho show y poca música.

Hora de cenar, lo siento Jack Johnson. Además si cantas ‘You and your heart’ nada más empezar, muestras tu mejor carta demasiado pronto. Llamadme clásica, pero los hits mejor al final para alimentar el interés.

Por fin llegaron los Black Crowes, los más esperados del día. A pesar de que ya estaba exhausta y los vimos sentados a ratos, los Black Crowes estuvieron brillantes. Por algo son unos de los mayores referentes del blues y el rock americano.

Nos quedamos a ver a los Chemical Brothers por curiosidad, porque como ya he dicho estábamos muy cansados ya y tampoco entiendo mucho la electrónica pura. Un gran despliegue de luces y sonido, la gente muy emocionada (demasiado para mi gusto) y un concierto que yo consideraría más bien una sesión dj. Nos fuimos con ‘Hey Boy Hey Girl’.

Así terminó mi BBK Live, lo bueno es que ya sólo quedan 362 días para la edición 2012. Hagan sus apuestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario